CAI (Centro de las Artes Indígenas)
A las 17:30, hora local del 4 de diciembre de 2012 en París, el Centro de las
Artes Indígenas. Durante su séptima sesión, llevada a cabo en la Sede de la
Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura
(UNESCO), el Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio
Cultural Inmaterial inscribió a Xtaxkgakget Makgkaxtlawana, Centro de las Artes
Indígenas (CAI), de Papantla Veracruz, en la Lista de Buenas Prácticas para la
Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial.
Las casas-escuelas, que conciben la práctica creativa como algo intrínsecamente ligado a su naturaleza espiritual, se proponen conseguir la regeneración de la cultura totonaca, revitalizando las prácticas culturales indígenas mediante el uso de la lengua vernácula como vector de la enseñanza, la recuperación de técnicas tradicionales olvidadas, la producción artística, el restablecimiento de los órganos de gobierno tradicionales y la reforestación de las plantas y árboles necesarios para las prácticas culturales. El Centro promueve también la cooperación continua con los creadores y organismos culturales de otros Estados mexicanos y de países del mundo entero.
El Centro de las Artes Indígenas se proyectó para responder a un deseo a largo plazo del pueblo totonaca, que aspiraba a crear una institución educativa destinada a transmitir sus enseñanzas, valores, arte y cultura, creando así condiciones propicias para que los creadores indígenas pudieran desarrollar sus capacidades artísticas. La estructura del Centro representa la de un asentamiento tradicional que comprende varias casas-escuelas. Cada una de ellas está especializada en una de las artes totonacas (cerámica, textiles, pintura, arte de la curación, danza tradicional, música, teatro y cocina) en las que se inician los aprendices. En la “Casa de los Mayores” éstos adquieren los valores esenciales del pueblo totonaca, así como una orientación sobre la práctica creativa. La transmisión de conocimientos en el Centro es integral y holística.
Las casas-escuelas, que conciben la práctica creativa como algo intrínsecamente ligado a su naturaleza espiritual, se proponen conseguir la regeneración de la cultura totonaca, revitalizando las prácticas culturales indígenas mediante el uso de la lengua vernácula como vector de la enseñanza, la recuperación de técnicas tradicionales olvidadas, la producción artística, el restablecimiento de los órganos de gobierno tradicionales y la reforestación de las plantas y árboles necesarios para las prácticas culturales. El Centro promueve también la cooperación continua con los creadores y organismos culturales de otros Estados mexicanos y de países del mundo entero.
El Centro de las Artes Indígenas se proyectó para responder a un deseo a largo plazo del pueblo totonaca, que aspiraba a crear una institución educativa destinada a transmitir sus enseñanzas, valores, arte y cultura, creando así condiciones propicias para que los creadores indígenas pudieran desarrollar sus capacidades artísticas. La estructura del Centro representa la de un asentamiento tradicional que comprende varias casas-escuelas. Cada una de ellas está especializada en una de las artes totonacas (cerámica, textiles, pintura, arte de la curación, danza tradicional, música, teatro y cocina) en las que se inician los aprendices. En la “Casa de los Mayores” éstos adquieren los valores esenciales del pueblo totonaca, así como una orientación sobre la práctica creativa. La transmisión de conocimientos en el Centro es integral y holística.
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